Con la llegada del otoño, los días se vuelven más cortos, las temperaturas empiezan a bajar y nuestro cuerpo necesita adaptarse a estos cambios. En esta transición estacional, es fundamental prestar atención tanto a nuestra piel como a nuestro sistema inmunológico, que pueden verse afectados por el clima más frío y los cambios de hábitos. Aquí te ofrecemos algunos consejos para mantenerte saludable y radiante durante esta época del año.
Cuida tu piel frente al frío y la sequedad
El aire más frío y seco del otoño puede afectar la barrera natural de la piel, provocando sequedad, tirantez y, en algunos casos, irritación. Para prevenir estos problemas, es importante:
- Hidratación intensiva: Cambia tu crema hidratante ligera de verano por una más rica y nutritiva, que contenga ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o ceramidas. Estos componentes ayudarán a retener la humedad y restaurar la barrera cutánea.
- Protección solar todo el año: Aunque los días son más cortos y menos soleados, la radiación UV sigue presente. No olvides aplicar protección solar diariamente, especialmente en zonas expuestas como el rostro, cuello y manos.
- Cuidados específicos para los labios y manos: Estas zonas son las más vulnerables al frío, por lo que es recomendable usar bálsamos labiales nutritivos y cremas de manos que protejan e hidraten.
Refuerza tu sistema inmunológico
Con el frío, es más común que nuestro sistema inmunológico se vea comprometido, facilitando la aparición de resfriados y gripes. Para mantener tus defensas fuertes durante el otoño, ten en cuenta estos consejos:
- Vitaminas y suplementos: El otoño es la época perfecta para reforzar tu dieta con vitaminas C y D, así como con zinc, que ayudan a mantener un sistema inmune saludable. Además, los probióticos pueden contribuir a equilibrar la flora intestinal, clave para una buena salud inmunológica.
- Dieta equilibrada: Opta por alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de temporada (naranjas, calabazas, espinacas), que ayudarán a proteger tu cuerpo de infecciones.
- Descanso y actividad física: Dormir al menos 7-8 horas y mantener una rutina de ejercicio moderado también son claves para mantener tus defensas en óptimas condiciones.
Cuidar de tu piel y tu salud durante el otoño no solo te ayudará a sentirte bien por dentro y por fuera, sino que también te preparará para afrontar los meses más fríos del año con energía y bienestar.
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